"El 4F me dió hambre" Mesa de Redacción Iván Claudio 28/04/1992


El 4-F me dio hambre

Entrevista con Daniel Rojas Rivero, caricaturista. de EL INFORMADOR y unas cuantas cosas más

“Nada de perros ni gatos. Basta con los hijos" 

“Visto por mí  mismo y me desvisto  también”.  El entrevistado Daniel (caricaturista) Rojas Rivero, nos da la anterior, respuesta cuando le pedimos que nos cuente algo de él, para presentarlo en la columna “Visto por sí mismo”, que publicamos a menudo en EL INFORMADOR. Ustedes lo conocen. Todos leen sus ocurrencias cáusticas en la página cuatro de nuestro diario, en el recuadro de las caricaturas.

¿De dónde es? Nació en el hospital central de Barquisimeto. Yiene la edad de Cristo, 33 años. Nació el 14 de enero de 1959 y pertenece a una generación que no es la del “Cometa Halley”, aunque sí a la de la “cola”, de algún cometa, porque su generación se ha visto castigada siempre a hacer “cola”. ¿Pruebas? Daniel dice que le ha tocado hacer “cola'” para estudiar, “cola” para obtener servicios públicos, “cola'” para todo, sin los beneficios que la “cola” les da a los de la ““Marbel”.

¿Padres?...

La pregunta convencional lleva a una respuesta no menos convencional: “Sí, dos...”

“A mi madre, Mercedes Rivero de Rojas, siquisiqueña, inteligente, de gran humor y amor, no le gustan los perros y los gatos. Dice que con los hijos es suficiente.

“Mi padre, Chemaría Rojas Urdaneta, también conocido como José María, abogado y absolutamente “kheyyamiano” (de Omar Kheyyan, por si acaso), dice que se debe disfrutar la vida, porque uno dura más muerto que vivo...

“También he tenido abuelos y bisabuelos. Tengo cinco hermanos, todos menores que yo: Iris, abogado, Astrid, también, Ricardo, gerente de una empresa que como es de mi cuñado Ovidio Vásquez, voy a hacerle una cuña: “Venomeca”, Enrique, quien trabaja en el Tribunal, y Lili, estudiante universitaria.

¿Estado civil? 

“Soltero, aunque con un piso muy débil. Es muy posible que pierda el poder a manos de la comandante Astrid Tarisznyás, mi profesora prusiana austrohúngara de dibujo, a quien debo que si hasta hace cinco años mis dibujos eran horrendos, con toda irresponsabilidad puedo decir que desde ese momento hasta ahora son sólo espantosos.

¿Profesión?

Ingeniero en Informática, de la UCLA, graduado en diciembre del 85, y aunque no tengo la culpa, poseo un certificado de Locutor en buen estado, con poco uso ... y seis meses antes de graduarme, empecé a trabajar en EL INFORMADOR, “un periódico  al que le  reconozco su fortaleza, porque en cualquier otro órgano la aparición de uno de mis trabajos (en prosa o en dibujo), habría determinado su desaparición, como ocurrió con “El Muérgano” y la “Revista Tiempo”. Así ocurrió en periódicos intramuros de la Universidad, como “Diz” y otros que sufrieron definitivamente los efluvios, pues ni siquiera llegaron a publicar los trabajos... 

“Accidentalmente me enteré el último día de su publicación, de la existencia de un aviso en que se solicitaba “un caricaturista con ingenio'”. ¡Jamás en mi vida había hecho una caricatura y me preguntaba ¿dónde tendrán los cañaverales que necesitan un ingenio?

“Con intrepidez (o entrepitud) envié mis datos, con el único “background' de haber publicado semanalmente, en la escuela de Ciencias, una hoja de comentarios “ilustrados”, llamada ““El Muro”, desde 1982.

El 2 de mayo, sin avisarme, comenzaron a publicar mis trabajos. Los llamo “trabajos”, porque no son fáciles. A uno le da envidia la facilidad con que los genios de la caricatura (todos los genios dan una envidia terrible) hacen su labor, mientras uno pasa todo el día en eso, si se piensa que encima tiene uno que atender sus labores como docente de la UCLA, en la Escuela de Ciencias, en la Cátedra de Análisis y Diseño Lógico de Sistemas.

La “cuñita” sugiere que el caricaturista trabaja en algo difícil... “y lo es”, como lo demuestra esta explicación: “Se trata de coordinar el desarrollo del proyecto del Sistema de Inforrnación sobre Recursos de Investigación y Desarrollo de la Región Centroccidental (SIRID), el cual se ejecuta en Fundacite, centroccidente, subvencionado por éste y por el Conicit...”

Daniel se las trae: Asesoro (dice) el desarrollo de los proyectos de Sistema Automatizado de Biblioteca (SABI) de Fundacite, el proyecto Red de Servicios Bibliotecarios de la UCLA (REBIN) y el de la “Red de Información e Investigación y Postgrado de la UCLA. Aún hay otro: el del establecimiento del correo electrónico y red interna de datos de la Universidad.

¿Algo más?

— También estoy cursando, poco a poco, una maestría en Ingeniería Industrial, mención Gerencia, en la Universidad Politécnica. Por lo demás, juego softbol.

Daniel es gordo.

¿Por qué lo es? Su respuesta: “Hasta el 4 de febrero, pensé que yo no era gordo, sino que estaba henchido de orgullo por la democracia, pero últimamente llegué a esta conclusión: que no es un problema de ese régimen, sino del alimenticio. El 4 de febrero todos nos despertamos y a mí me dio hambre. En ese instante, me di cuenta.

¿Por qué usa barba?

Hay una sencillísima razón. Soy fundamental, básica y esencialmente un vago. Me encanta hacer nada y es un sacrificio enorme afeitarme  todos los días. Además, “la barba es la coba intelectual, pues da cierto aire, muy útil a nosotros los pantalleros".

¿Qué si soy político? “Como dijo alguien, “el hombre es un animal político y yo le agrego que muchos políticos son unos animales. Soy profundamente político y la caricatura permite estar en sintonía real con lo que piensa la gente. Contribuye a la catarsis y sirve para ejercer en forma elevada, la política. Cualquier otro estamento político, es inferior a la caricatura, o sea, subcaricaturesco.